Sinopsis: La historia narra las vivencias de cuatro hermanas –las March– durante la guerra civil en Estados Unidos. Mientras su padre sirve en el ejército, Meg, una joven institutriz que destaca por su gran sentido de la responsabilidad, Jo, una aspirante a escritora y apasionada de los libros, Amy, la pequeña de las hermanas, vanidosa y conflictiva, y Beth, la más tímida y con un talento innato para la música, conviven con su madre. A lo largo de la lectura, las cuatro protagonistas nos muestran sus intereses y anhelos, sus virtudes y defectos; nos permiten adentrarnos en su pequeño mundo, ver cómo crecen, cómo se enfrentan a situaciones difíciles.

Reseña: Uno de los libros que más veces habré releído en mi vida. Una historia preciosa sobre una familia con sus cosas buenas y malas en una época y situación particularmente difíciles.

Cuatro personajes muy bien definidos y diferentes entre sí. Está Meg la mayor, que es la más responsable y sensata; Amy, la más vanidosa y protestona; Beth, la tímida pero adorable hermana del medio y Jo, que claramente es la que más destaca en el libro, es apasionada, impetuosa, marimacho, ratón de biblioteca y aspirante a escritora y con la que la gran mayoría de lectores se identificarían.

Además de los entrañables personajes principales hay un montón de encantadores y pintorescos secundarios como la madre de las chicas, la señora March, el señor Lawrence que acaba siendo el benefactor de la familia, el sobrino de éste, Laurie, que se hace inseparable amigo de las chicas y mejor amigo de Jo o la estricta e irritante Tía March entre otros.

No sólo vemos como van creciendo y aprendiendo sino como van enfrentándose a problemas cada vez más difíciles y aprendiendo a superarlos y siempre tratando de ayudar a su madre en la difícil situación mientras van dejando poco a poco la niñez y alcanzando la madurez...hasta convertirse en mujercitas.

Además, todo está ambientado perfectamente en la época, con sus temas sociales, sus normas y su estricto sistema de valores familiares y sociales.

A pesar de ser una historia escrita originalmente en 1868 resulta bastante novedosa y se lee en un periquete sin hacerse pesada ni especialmente ñoña.

Para mí es una de esas historias imprescindibles que todo el mundo debería leer en algún momento de su vida.