Sinopsis: Uno de los grandes clásicos de la literatura de terror que nos dio el siglo XIX, en esta novela publicada en 1886 encontramos uno de los temas más recurrentes en la obra de Robert Louis Stevenson: la dualidad del alma humana, el combate esencial entre el bien y el mal.
Gótica y llena de misterio, la historia transcurre en una Londres de callejuelas húmedas, oscuras y cubiertas de niebla. En ese paisaje sobrecogedor, el abogado Gabriel John Utterson decide investigar la relación entre su amigo el doctor Henry Jekyll y el extraño y sombrío Edward Hyde.

Reseña: Aunque es clásico del siglo XIX es un libro que lleva bastante bien el paso de los tiempos. A pesar de ser una historia harto manida y que el quid de la cuestión ya es muy conocido (el hecho de saber quién es Jeckyll y quien es Hyde ya ha sido tan mostrado en cine y televisión en diversas formas y adaptaciones), este libro tiene varios puntos favorables por los que recomendaría la lectura.
Lo primero, es un libro clásico con su buena dosis de intriga y misterio. Pese a que le da muchas vueltas hasta llegar al momento de descubrimiento de la verdad, está tan bien hilado paso a paso que se disfruta muy bien.Vale, quizá la idea a día de hoy no nos parece original pero hay que ponerse en situación, para la época, sin duda fue un libro impactante ya que no había tantas novelas con esta idea ni tenían cine y televisión para darle vueltas a la idea original una y otra vez. Aunque a nosotros como lectores de la actualidad no nos sorprenda si podemos disfrutar con la historia completa redactada en sí misma.
El final no nos sorprende pero está realmente bien llevado y a pesar de ser ficción resulta hasta cierto punto creíble el devenir de acontecimientos que suceden a lo largo de esta corta novela.
Los protagonistas, aunque al principio no me llamaron especialmente la atención, defienden sus descubrimientos y reacciones en cada párrafo de forma que, finalmente, podemos sentir temores, dudas, ideas y debates internos de cada uno de ellos a pesar de no ser personajes con los que yo me identifique.
Las descripciones están muy cuidadas, que fue otra de las cosas que me gustó bastante del libro y debo decir que aunque conocía de antemano el final de la historia me gustó mucho leer todo el desarrollo ya que es un libro que no había leído jamás.
Otra ventaja es que es un libro de pocas páginas y ligerito con lo que se deja leer sencillo y fácil y se acaba en un pestañeo. Incluso con lo ocupada que estoy me lo leí en muy pocos días pues son sólo 112 páginas.
Es un clásico del terror que, pese a no dar miedo como tal, si deja una extraña sensación y un amargo regusto sobre la condición humana básica. Lo recomiendo claramente, mi nota: